¡A la memoria del más grande poeta que esta tierra ha parido!
JUAN RAMON MOLINA (Comayagüela, 1875 - San Salvador, 1908)
Su Retrato
Fue un ser excepcional, el tipo cabal del poeta, vidente y visionario que se puso sobre la realidad de la vida como sobre un pedestal, y con la cabeza llena de la divina locura de la poesía, adivinó y cantó, de la manera más bella, la misteriosa armonía de la cosas.
Era mediano de estatura, de complexión maciza, de tez sonrosada; su rostro era ovalado, fuerte el mentón, la boca sensual y hermosa; la nariz recta, de suave azul los ojos, su frente elevada, y las cejas figurando dos arcos perfectos.
Sus manos eran pequeños, sus pies breves, su cuerpo hermoso, y tenía una fuerza extraordinaria y la docta agilidad de un gimnasta.
Era su carácter violento, su voz varonil, y había en su mirar cierto desdén compasivo, que debe ser el que sienten los dioses por las bajas y oscuras miserias de los hombres.
Sus fuertes mostachos, altaneros, le daban cierto aire de capitán gascón y servían para acentuar más su natural altivez y señorío.
Jamás conocí a nadie que revelase de modo más pleno el alma de los poetas.
Luis Andrés Zúñiga (Escritor hondureño)