07 Enero 2017
Sr. Ministro de Relaciones y Gobernación del Spmo. Gobno. de la República
Yoro Debre. 1º. 1864
Del Vicario Provincial
Señor.
El 28 del recién pasado noviembre falleció el esclarecido Sacerdote Misionero apostólico Don Manuel Subirana, y hoy he celebrado las exequias y dado sepultura en esta Parroquia a su cadaver, por haberlo dispuesto asi en los postreros vales de su existencia. La impresión que ha recibido este pueblo y la parte selvática por el finamiento del Señor Subirana, es indescriptible y solo pudiera pintarse con el sentimiento especial y con las lagrimas que vertió cada uno de los asistentes a su sepelio. Las tribus neófitas han duplicado su sentir, tanto por los beneficios que en el tiempo pasado recibieron de su bienhechor, el Sr. Subirana, como por sus miradas las echan al porvenir, haciendo atención de la falta que les hace quien consagró su vida a ilustrarlas y utilizarlas al bien de la religión y de la sociedad. No obstante calculan, que podrán llegar al termino de su felicidad y cultura bajo los auspicios de las potestades Eclesistica y Civil, cuyo apoyo reclaman y cuya energía para su bien les será de bastante consuelo. Queda la Obra de Dios y de la sociedad iniciada y resta su continuación. Los
selváticos han saboreado los frutos de la civilización y se hace conveniente hacerlos marchar adelante sin retroceder a la abyecta situación de donde con mano bondadosa y caritativa los sustrajo la Misión. Soy por ahora el órgano de las tribus para solicitar en favor de ellas los beneficios y ventajas de su bienandanza a semejante solicitud, que hago ante el Supremo Gobierno, me obliga la trasmisión de facultades qe. me hiciera el Señor Subirana al tiempo de morir, para que haciendo sus veces y como sustituto de la Misión administrase los selváticos en orden a sus intereses materiales y morales, y para que no dejara de la mano la grandiosa obra que aquel Señor comenzó. Poseído de los sentimientos mas humanitarios solicito las perpetuas y bondadosas miradas del Supremo Gobierno hacia los neófitos, que se preparan ah ser útiles a la patria.
Dignese Sr. Ministro, poner en conocimiento del Señor Presidente el triste suceso de la Muerte del Sr. Misionero y de la conveniencia de continuar la obra de la ilustración de los indígenas y de darles, si es posible la última mano en su felicidad.
Soy del señor Ministro su Afmo. Servidor y Cappn.
Miguel Bustillo (rubrica)
Fuente: Anales del Archivo Nacional de Honduras