01 Octubre 2016
Juan Manuel Aguilar Flores
En cierta ocasión Diario LA TRIBUNA, tuvo una publicación respecto a la conocida golosina denominada “Pupusa”. Justificación de lo anterior, fue que una revista hondureña dedicada al turismo, deseaba conocer si dicha golosina era hondureña o salvadoreña. Expondré lo que al respecto logré averiguar. He consultado a personas conocidas de mucho tiempo, adultas y procedentes del sur del país, en su mayoría afirmaron que la pupusa es originara de El Salvador. Las tortillas hondureñas siempre han sido medianas y delgadas, hoy su tamaño se ha reducido. Las usadas para tal golosina son gruesas y pequeñas no peculiar en los hondureños, exceptuando en regiones del occidente, fronteras con El Salvador y Guatemala. Pocos son los artículos que sobre el tema se ha escrito y ninguno se atreve a dar crédito de ser hondureña (Muñoz Tabora, Mario Ardón, Aguilar Paz y otros). La comercialización de la pupusa fue generalizándose en los años 50s y 60s. Con respecto a una publicación de revista española de 1964, no acredita que la pupusa sea hondureña, pero reconoce
que se elaboraba en Honduras. Debe recordarse que para ese tiempo (hasta la acción bélica de 1969) el comercio de golosinas, fritangas, en comedores y restaurantes en calles concurridas y puestos estratégicos sus dueños en su mayoría fueron salvadoreños. Hay quienes refieren que en El Salvador había facilidad –especialmente para mujeres- tener este negocio ya que lograban conseguir en puerto salvadoreño, toneles, y hacer los fogones con la facilidad que da este circular y alargado recipiente. Debe tenerse presente que aún para las décadas 50 y 60, en la región norte y noreste de nuestro país se acompañaba las comidas con plátano en vez de la tortilla de maíz. También se usaba panes pequeños, que en La Ceiba se denominaban “bululos”. Actualmente a la pupusa se ha agregado chicharrones. Algo similar sucede con lo que conocemos como “baleada” (tortilla de harina) que inicialmente se llamó “tortilla de maíz con frijoles, mantequilla, queso (rallado) y huevo” y que se extendió más en la región norte del país, muy en especial en los campos bananeros. Los grandes negocios de comestibles de la región norte expandían harina de fábricas norteamericanas, esto contribuyó a su generalización.
