22 Agosto 2015
Nuestro corresponsal nos dice lo que sigue:
El Excmo. Sr. Capitán General, Presidente de la República en unión de su Excma. Señora, acompañados de algunos amigos se embarcaron a las once de la noche del día 25 de julio, en Omoa con dirección a Belice, en la Goleta Colibrí. A las 6 de la mañana del día siguiente, se dio fondo en los cayos de Sapotillas, en donde saltaron a tierra SS.EE. y pasaron el día hasta las cuatro de la tarde, hora en que se levantó ancla; y habiendo soplado una brisa suave durante la noche, llegaron a las 6 de la mañana del día 29 a la Bahía de Belice. Al echar ancla el Colibrí, anunció con un cañonazo el arribo. Las banderas se habían izado inmediatamente, llegando un Guarda a bordo y en seguida el Cónsul de Honduras, Mr. Mutrie.
Pocos momentos la Goleta Medina y Paquete Brunet hicieron su saludo de bandera hondureña, y aunque solo la inglesa estaba enarbolada, el anuncio de la artillería de la Goleta Medina hizo que todas las banderas de los Consulados de varias naciones de Europa y América flameasen en las respectivas astas. A las 10 del día, el Srio. privado del Gobernador, con el bote nacional servido de ocho remeros, llegó a conducirlos por disposición de la primera autoridad de la colonia. Al zarpar el bote, la artillería de la fortaleza saludó a SS.EE. con las descargas designadas para los altos personajes. En el muelle los recibieron el Gobernador con las personas notables, tropas de guarnición y mucha parte del pueblo: dos carruajes estaban preparados y condujeron a SS.EE. a casa de don Bernardo Crámer, cónsul de Prusia. A las dos de la tarde dio un segundo almuerzo el Cónsul Mutrie en casa de Mr. Guil y compañía. A los postres, el Presidente de la Asamblea tomó la palabra y brindó por el contento de la sociedad de Belice al recibir tan ilustre huésped; y S.E. contestó de momento por las simpatías e ingleses. Levantados de la mesa, los concurrentes pasaron a la sala de descanso en donde la muy apreciable señorita Luisa Nibuey ejecutó algunas pizas en el piano, acompañadas de canto al estilo inglés. A las 6 de la tarde, el Sr. Presidente Medina se retiró con su familia muy complacido por los cumplimientos de una sociedad que conocía por primera vez. El 28, el señor Gobernador de la colonia, Mr. Logdon, ofreció una recepción oficial a S.E. en su casa de habitación, que tuvo lugar a la una del día en el superior piso del edificio, en cuyo lugar había concurrencia de 20 personas notables, y después de media hora de los cumplidos de etiqueta, bajaron a una pieza a tomar un refresco, exquisitos vinos y manjares deliciosos. El Gobernador pronunció un discurso, en que expresó el contento que tenía por la visita que había hecho el Sr. Presidente de Honduras a aquel establecimiento por la prosperidad de los hondureños, por las buenas relaciones entre el Gobierno inglés con el de Honduras, y por sus buenos deseos en que se lleve a cabo la empresa del ferrocarril; y que daría cuenta a su Gobierno de la visita del Excmo. Sr. Presidente Medina al referido establecimiento.
S.E. contestó de la manera siguiente:
“Señor Gobernador
La bondadosa recepción que Ud. me ha hecho al llegar a este establecimiento en visita privada es una prueba evidente de que Ud. depende de un Gobierno ilustrado como es el de Inglaterra.
Yo felicito a Ud. por el acierto del mismo Gobierno al mandarlo representar sus derechos en el Golfo de Honduras. Aprecio mucho sus buenos sentimientos en favor de las empresas que empiezan a desarrollarse en mi país; le soy también agradecido por sus cumplidos homenajes; y no pudiendo corresponder de momento a su fina cortesía, quiero al menos tener la satisfacción de brindar por la salud de la Augusta Reina Victoria, por la conservación de su real familia, y por la felicidad de sus súbditos. También excito a los señores presentes a dar gracias al Todopoderoso por haberse salvado el Duque de Edimburgo del atentado reciente contra su persona.
La empresa del ferrocarril interoceánico de Honduras, de que Ud. ha hecho mención, hay probabilidad de llevarse a su término; pero no es en realidad el Gobierno de Honduras quien debe hacerlo; son precisamente los capitales ingleses depositados al efecto en uno de los Bancos de Londres los que deben promoverla; esa empresa debe ser apoyada por los señores de esta Colonia, supuesto es de tantas ventajas para el comercio del mundo”.
A las 4 de la tarde S.E. se retiró acompañado de los señores cónsules D.J. Federico Debrot, don Guillermo Melhado y Mutrie.
A las 4 y media, el señor Gobernador fue en persona a convidarla su E. para ir al campo de los cuarteles a recibir un saludo de las tropas, y a presenciar un simulacro de guerra que se ejecutó a las cinco y media. Las maniobras de la artillería y tropas de línea fueron uniformes. En aquellos momentos S.E. admiró el adelanto de la disciplina británica, nada inferior al de las otras naciones de Europa. Un inmenso gentío de todas clases presenciaba aquel espectáculo. Al concluirse la revista, el General de las tropas, Mr. Harley, convidó a la Excma. Señora del Presidente a tomar como otras señoritas un refresco en el salón de la casa del cuartel. A las 9 de la noche, SS.EE., concurrieron a un baile de confianza en casa del señor don José María Martínez, cónsul mejicano; varias señoritas ejecutaron el piano y canto, distinguiéndose entre ellas la esposa de un oficial Dr. en servicio de la corona. El 29 se dio un gran baile a S.E. en la casa de la Asamblea; a las 9 y media de la noche se dio principio; y las primeras tres piezas de apertura, fueron “Cuadrilla, Galopa y Lanceros”. El gobernador tomó la iniciativa con la señora del Presidente; y éste con la del Gobernador, que aunque un poco enfermo no se excusó a concurrir. Una marcha anunció el banquete de cena, y después de haber tenido lugar, se retiraron el Gobernador y el Presidente con sus señoras. El baile continuó hasta las tres de la mañana.
El 30, S.E. despidió de algunas personas, y a otras les dirigió su tarjeta de despedida. Se trasladó a bordo del Colibrí en unión de su comitiva. Las mismas personas de recepción estaban en el Muelle; el señor Gobernador condujo a la señora del Presidente al bote preparado al efecto; y S.E. se despidió de la oficialidad y demás concurrentes con una demostración afectuosa y cortés. La artillería de la fortaleza hizo el saludo y lo mismo la goleta “Medina” y el “Bruntt”. Las personas que acompañaban a SS.EE. en toda la expedición de Belice, son la señora doña Dolores de Elías, con su hija adoptiva, don J.F. Debrot y don Guillermo Melhado, las cuales con su esmerada educación hicieron soportables a SS.EE. las penalidades de la navegación.
El 1º. y el 2 del corriente, el señor Presidente y su comitiva, permanecieron en los cayos de Sapotillos; y el 3 a las 4 de la tarde llegaron a este puerto sin haber tenido la más pequeña novedad. Las personas notables de la población recibieron al Supremo Mandatario en las plazas de Omoa, y el Castillo con los saludos de ordenanza.
GACETA OFICIAL Número 83, Tomo 6.
Página 4. Agosto de 1868.