13 Junio 2015
Comayagua, Enero 14 de 1874.
Señor Comandante general del Ejército de la República.
DIVISIÓN DE OPERACIONES
GENERAL EN JEFE.
SEÑOR:
De conformidad a lo convenido en Lodereira con los Señores Teniente General Solares, comandante en jefe del Ejército de Guatemala, 1 General de División Espinoza, Comandante en Jefe del Ejército del Salvador, me moví el 6 del corriente a las doce del día de la Ciudad de la Paz, donde estacionaba con la División de mi mando.
Unido al Señor General Espinoza en el campamento de la Villa de San Antonio, tomé de común acuerdo, su vanguardia. –Seguimos una marcha un tanto interrumpida i lenta por el pesado tren que arrastraba el General Espinoza; 1 después de dar un considerable rodeo, para evitar nos dañas en los fuegos de la Catedral por el camino recto de San Sebastián, llegamos a los suburbios de Comayagua a ocupar los puntos que habíamos convenido, como entre siete i ocho de la noche.
El General Espinoza, tomó posiciones en el acto, sin ninguna novedad, desde el barrio arriba, llevando y apoyando su línea en la Merced, casa de Castillo, Don Alvino, hasta la casa de Don Francisco Bardales.- El infrascrito, bajándose del cerro de los “Nances” tomó posiciones en la casa llamada de Gobierno, llevando su izquierda hasta tocar con el General Espinoza en sus primeras posiciones del barrio arriba.
Mientras tanto, el Sr. Teniente General Solares, desde las cinco de la tarde, había ocupado el barrio de la Caridad, desalojando una pequeña fuerza de la plaza, que pretendía disputarle el terreno, al paso de maniobra.- El Señor Teniente General Solares, tomó posiciones en el acto, desde la misma casa de Gobierno, que formaba nuestra base, llevando su derecha por la Iglesia de San Francisco, -la manzana del Cabildo, casa de Orellana, esquina de la plaza principal, hasta unirse con la izquierda del General Espinoza.
Quiere decir, que la misma noche que nos acercamos a Comayagua, nuestra línea de circunvalación fue completamente cerrada, sin que el enemigo se haya atrevido a disputar la toma de posiciones, ni menos a interrumpir los trabajos que se practicaban con infatigable teson.- Al amanecer del 7, el bloqueo estaba establecido en toda regla; i si el enemigo hubiera tentado una salida, de seguro habría sido rechazado a sus atrincheramientos, pues nuestros trabajos de contra-trinchera eran ya demasiado sólidos i relativamente perfectos.
En la noche del 8, una compañía de Opotecas, al mando del Coronel Cuellar, ocupó las casas de Colindres i Ferrera paralelas al Occidente del Colegio Tridentino, que estaba bien aspillerado i con un reducto formidable en la esquina de la casa de Colindres.- Esta operación se hizo bajo un fuego nutridísimo de cañon i fusilería, que no tuvo otro resultado, que despedazar las casas ocupadas por nuestras tropas, que se mantuvieron impávidas.- Poco después, el General Espinoza, hizo avanzar toda su línea, ocupando la manzana de San Juan de Dios, paralela al lado sur del Colegio i Palacio fortificados; i llevando su izquierda hasta la propia esquina de la plaza principal, casa de los Sevallos, siempre calle de por medio con el enemigo.- El Señor Teniente General Solares, que desde el primer día había tomado las posiciones mas avanzadas de la línea que le cumplia defender, se mantuvo firme, sin recibir ninguna embestida medianamente formal del enemigo.
En los días subsiguientes hasta el 10, nos ocupamos de reforzar nuestros trabajos de contratrinchera, de rectificar i aspillerar nuestra línea, en términos que el referido día 10, el enemigo ya no podía moverse sino es en las dos manzanas centrales de la Ciudad, que tenia fortificadas, i en que se habia sitiado el mismo, por su acto de impericia militar sin ejemplo.
Después, falto el enemigo de direccion, de aliento, de municiones de boca i guerra, no le quedaba otro recurso que rendirse.- I al efecto, el 13 a las tres de la tarde, fueron enviados parlamentarios al cumplimiento del General Solares, con quienes se concluyó a las cinco de la misma tarde la capitulación de que ya tiene U. conocimiento.
Nuestras pérdidas fueron insignificantes, pues aparte de la ineptitud del enemigo, nuestro pensamiento dominante, fue economizar a todo trance, al sangre Centro-americana.
La consecucion de este humanitario i nobilísimo objeto, será la gloria de la presente compañía:
Ninguna recomendacion especial tengo que hacer de los Señores Jefes, oficiales i tropa, que han tenido la honra señaladísima de concurrir al derrumbamiento de la tirana de su patria.- Todos ellos han cumplido con su deber; pero es seguro, i de ello debemos envanecernos, que los veteranos del Salvador i Guatemala, al regresar a sus hogares, no se desdeñarán de llamar sus compañeros de armas, a nuestros soldados improvisados del sitio de Comayagua.
Incluyo a U. una nota de las bajas, que por muertos i heridos, tuvieron nuestras fuerzas, durante los siete dias de asedio.
Felicito a Honduras, felicito al Gobierno i me felicito a mi mismo, por la pronta conclusion de la campaña.- Mientras tanto, tengo a mucha honra ofrecerme de U. por su mas atento servidor.