25 Abril 2015
Por: Julio José Sevilla G.
Darío González C. (foto, Arturo Sosa, 2006) En: cronicasdehonduras.blogspot.com
El día viernes 27 de marzo del 2015 nos dejó una de las personas más prominentes de la ciudad de Danlí, nos referimos al profesor e historiador Darío González Cáceres. El cual había estado padeciendo de una enfermedad cerebral desde octubre del año pasado. La pérdida que ha tenido la ciudad y los habitantes danlidenses es irreparable pues no solamente se ha perdido a un gran intelectual sino a un prominente ciudadano, esposo y padre de familia.
El profesor Darío González fue conocido como una persona amable, cordial y servicial, siempre dispuesto a dedicar su tiempo y sus conocimientos a
periodistas, profesores y estudiantes que solicitaban conocer la historia de Danlí. Sus años de experiencia, su dedicación a indagar sobre aspectos folclóricos e históricos y su sala de estudio nutrida con una extensa biblioteca que contenía libros de diversa temática le convertían en un referente obligado si se quería conocer la cultura danlidense.
Sus investigaciones publicadas en libros y artículos periodísticos abarcaban aspectos nacionales y locales como ser la construcción de servicios públicos, el periodismo en la zona oriental, biografía de personajes históricos danlidenses, la cultura en la zona oriental del país, así como datos socioeconómicos y políticos del departamento de El Paraíso.
Sus esfuerzos intelectuales fueron recompensados con diversos reconocimientos entre los más destacados se encuentra el título de “historiador oficial de la ciudad de Danlí”, “hijo predilecto de Danlí”, y “ciudadano meritísimo de Danlí” además de ser reconocido por la UNAH y la comunidad danlidense por sus méritos y esfuerzos en pro del mejoramiento de su ciudad. En su honor varias aulas y centros educativos del municipio llevan su nombre.
Darío González C., es hoy y mañana uno de los intelectuales danlidenses que han aportado nuevos conocimientos historiográficos que brindan elementos para el desarrollo de su ciudad por lo que lo convierte en un referente local e histórico cuyo legado y memoria será transmitida y valorada por las futuras generaciones y eso, es una de las máximas aspiraciones a las que puede aspirar el ser humano.
Hasta pronto maestro y amigo.
