04 Abril 2015
El Partido Liberal había procurado reorganizarse durante la administración de López Gutiérrez, y en la capital fungía un Consejo Supremo de dicha agrupación, el cual en conocimiento de la creciente popularidad que alcanzaba el general Carías creyó oportuno dirigirle una excitativa para que cooperara a la cohesión y existencia de dicha agrupación. La excitativa rezaba:
1º- Contribuir personalmente y con todos sus amigos personales liberales a la definitiva reorganización del Partido Liberal, sin exclusión de ningún elemento, cualesquiera que haya sido su actitud, sus opiniones y sus compromisos durante las luchas políticas anteriores; todo, sobre la condición de la más amplia y sincera cordialidad.
2º- Verificada esa reorganización según las leyes vigentes del partido, y como consecuencia de ella, convocar una gran convención constituida por delegados vecinos de todos los pueblos de la República, libremente honrados por las asambleas locales, y debiendo ser genuinos y espontáneos representantes de las mismas, la cual convención deberá elegir y postular los candidatos a las autoridades supremas, y 3º- Acatar personal y colectivamente, las decisiones de esa gran Convención; y trabajar con todos los elementos del Partido hasta hacer triunfar en los comicios las referidas candidaturas”.
A este memorándum contestó Carías en los términos siguientes:
Tegucigalpa, 5 de octubre de 1922, Señor licenciado don A. Gómez Romero. Secretario de la Convención Liberal. Ciudad. Muy señor mío: He leído con verdadero interés, los conceptos de la atenta circular de usted fechada el 2 del mes corriente.
En atención a las dolorosas enseñanzas que nos deja un siglo de sangrientas luchas civiles, varios honorables elementos del país han postulado mi candidatura a la Presidencia de la República para el período 1924 a 28, con el fin primordial de unificar, de manera efectiva, los intereses y las aspiraciones del pueblo. Las divisiones partidaristas se han convertido, en nuestra Patria, en factores de discordia.
Obedeciendo a los propósitos de mis amigos, que persiguen el sólido afianzamiento de la paz pública y la urgente conciliación de la familia hondureña, olvidando el pasado deshonroso, mi programa de gobierno se inspiraría en una política verdaderamente nacional. El respeto a la ley ya que no es una tradición, debe convertirse, de aquí en adelante, en un juramento sagrado.
Y todos mis compatriotas, amparados por la ley y en la medida de sus capacidades, deben y pueden cooperar en el desenvolvimiento progresivo de la República.
Con muestras de la más distinguida consideración, me suscribo de usted muy atento y seguro servidor. Tiburcio Carías A.”.
Quienes se agruparon para postular al general Carías candidato a la Presidencia de la República para el período de 1924-28, habían militado unos con Soto, Bográn, Leiva y Vásquez; otros con Policarpo Bonilla, Terencio Sierra, Manuel Bonilla, Miguel R. Dávila, Francisco Bertrand y Rafael López Gutiérrez, y estos guiados por la misma finalidad, resolvieron organizar el Partido Nacional.
Se inició la lucha cívica; un periódico dijo: “La gran mayoría del pueblo hondureño aclama con sobra de justicia al doctor y general don Tiburcio Carías Andino, quien por su ecuanimidad, por sus reconocidas aptitudes, su espíritu conciliador y sus antecedentes sin mácula, es prenda de bienestar para el país. Honduras está cansada de las luchas partidaristas. Ya no quiere disputas absurdas y choques sangrientos por el color de una divisa”.
Entonces comprendieron el grupo de liberales exaltados que por antonomasia se llamaban liberales, que se presentaría por primera vez frente a ellos la candidatura de un hombre joven, limpio y por consiguiente, peligroso a sus intereses políticos. Había que combatirlo de la manera que hubiese lugar, pero combatirle sin tregua, hasta aniquilarlo, hasta pulverizarlo, hasta eliminarle si era necesario para que no llegase al poder. Y así principió en 1923 aquella campaña política que empezó con la dictadura y una sangrienta guerra civil.
Fuente: Drama político de Honduras. Páginas 522 y 523.