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La verdad os hará libres

La verdad os hará libres se titula el nuevo libro del destacado narrador Nery Alexis Gaitán, que es una propuesta ensayística sobre valores morales y espirituales, en donde se aborda el comportamiento social del individuo así como su relación con la espiritualidad.

El libro consta de un “Preámbulo” que sirve de justificación para abordar, desde un sentido crítico en la ruta de la excelencia existencial, los temas de trascendencia en la sociedad actual, y de paso es un vistazo general a la forma en que el hombre aborda su cotidianidad que en vez de ser un despliegue de humanismo, resulta siendo un batallar donde se dan un banquete los antivalores.

Luego empieza el despliegue de los ensayos con “responsabilidad ciudadana” a la cabeza que aborda las estructuras que predominan en la sociedad y los intereses que la rigen. Así mismo el papel que debe desempeñar el individuo en la convivencia social y el señalamiento por la búsqueda de los valores trascendentales que dignifiquen su accionar social.

“Eliminemos la mediocridad” es un serio cuestionamiento del individuo que, falto de valores morales, hace de su vida un culto a la mediocridad, a la ley del mínimo esfuerzo, y sus días son un calvario que ocasionan dolor y muerte a sus semejantes.

“La mentira como forma de vida” expone a los mentirosos, que a costa de lo que sea, mienten para obtener beneficios de cualquier tipo; los políticos hondureños calzan muy bien en este análisis.

“La verdad como forma de vida” es un llamado a rendirle culto a la verdad en todos los actos de la vida para poder tener acceso a lo noble y exquisito de la existencia.

“La forma correcta” plantea que siempre existe una forma correcta de pensar, sentir y actuar de acuerdo a los valores morales y espirituales y que se debe buscar esa forma correcta de vivir, para hacer de la verdad ética un apostolado.

Luego el autor empieza una serie de análisis de las instituciones religiosas y el papel que desempeñan en la actualidad y cómo se han dedicado en exclusiva a propagar el evangelio de la prosperidad que es una alteración del mensaje divino y solo se centra en acumular riquezas terrenales. En “las falsas iglesias” desenmascara aquellas iglesias que se han alejado del verdadero mensaje espiritual y solo les interesa a sus dirigentes acumular bienes monetarios a costa de los ingenuos feligreses.

En “de iglesias, brujos y agoreros” denuncia los diferentes ardides que las iglesias utilizan para embaucar a sus miembros y que puedan ofrendar paradójicamente. En “Las iglesias y su falso mensaje” se analiza el contenido del mensaje que las falsas iglesias utilizan para incrementar la avaricia y la codicia en sus feligreses y de qué forma alejan a las personas de una verdadera espiritualidad.

“De apóstoles y profetas” denuncia a todos los que, amparados bajo esta denominación, abusan de sus seguidores y los saquean económicamente.
“Diezmos y primicias”, el tema central de las iglesias en la actualidad, le aclara al lector en qué consiste diezmar y cómo poner a Dios de primero en todas las actividades de la vida es el verdadero sentido del diezmo que tiene una parte económica que implica ser generoso y caritativo con los necesitados y la otra parte espiritual que implica la eliminación del pecado. El autor hace énfasis, que en ningún momento dar el diezmo significar regalarlo al pastor o dirigente espiritual.

En “fe para incautos” alerta a los feligreses que la fe no se compra porque no tiene precio y que para seguir a Dios, tal como debe ser, no se necesita dar cantidades de dinero a los dirigentes espirituales, sino hacer el bien.

“La eliminación del pecado” orienta a los feligreses hacia la verdadera trascendencia espiritual, a través de una didáctica concreta para la eliminación del pecado; y que da como fruto salvar el alma y no acumular riquezas terrenales.

“Los falsos feligreses” reseña la hipocresía de todos aquellos que se acercan a las iglesias con fines mundanos y no por amor a Dios y que nunca provocan en su interior un despertar espiritual.

“La preeminencia del amor” es el último ensayo que aborda el amor y sus características, entendiendo que solo ama verdaderamente aquel que ha erradicado el pecado de su alma. Este libro provoca en el lector una serie de reflexiones acerca de los principales temas de la existencia y su relación con lo espiritual. Leemos en la contra carátula:

Las iglesias, desde siempre, se han alejado de lo espiritual, de lo verdadero, de lo real, que es orientar hacia el bien a la humanidad y al cumplimiento de los preceptos divinos. Y se han dedicado, y se dedican en el presente, a levantar grandes emporios económicos porque la fe es un formidable negocio; un producto que se vende a buen precio por las necesidades existenciales y espirituales de los individuos.

Los líderes religiosos han olvidado o, peor aún, han decidido olvidar las enseñanzas de Jesucristo cuando amonestaba a sus discípulos con estas palabras: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno, y amará al otro; o apreciará al uno, y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Y así, desde el púlpito o desde el altar, ofrecen el perdón a cambio de ofrendas; prometen la sanación a cambio de bienes y proponen la salvación a cambio de un fajo de billetes.

Ya no es el amor a la solidaridad lo que une a su congregación, sino el lujo y la ostentación que caracteriza sus edificios lo que atrae a nuevos miembros a una iglesia. Los valores y los principios se han invertido y la avaricia y la ambición han tomado el lugar de la caridad y la honestidad, ignorando que, tal como lo dijo el apóstol Santiago, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

 

Última actualización el Miércoles, 24 de Julio de 2013 17:26
 

Breve reseña de la estadística en Honduras

Darío González C.

José Cecilio del Valle fue el primer hondureño que reconoció la importancia de la ciencia que tiene por objeto, agrupar metódicamente todos los hechos que se presentan a una valuación numérica (población, riqueza, impuestos, cosechas) y que comúnmente conocemos como estadística o empadronamiento. En la fecha que se celebra el bicentenario del nacimiento del sabio Valle (1977) la Dirección General de Estadística y Censos, como homenaje conmemorativo, publicó el bosquejo histórico “Estadística en Honduras” una recopilación de sus leyes y reglamentos, decretos y demás acuerdos emitidos en nuestro país.

El arduo trabajo de investigación fue confiado a la destacada escritora Carmen Fiallos a la sazón Jefe de Información y Publicaciones de la citada institución, es oportuno mencionar que los datos incluidos en la referida edición fueron tomados del diario oficial La Gaceta, Revista del Archivo y Biblioteca Nacional, y otras fuentes bibliográficas de reconocido mérito en la ciencia ya descrita.

En el prefacio la escritora Fiallos manifiesta: Este era el grado de interés que despertaba en el licenciado Valle, la ciencia estadística en “El Amigo de la Patria” editado en Guatemala (1821), expresaba: La estadística es una ciencia importante que tiende la vista por toda la extensión del país, recogiendo los hechos que más le interesa, calcula las leguas cuadradas que hay en la superficie del suelo, los individuos que corresponden a cada una, el número de hombres y mujeres, los que nacen y los que mueren, la tropa existente para mantener el orden, el espacio de tierra a que se extiende la agricultura; y el que se destina a pastos para el ganado.

Así finalizaba Valle en sus apreciaciones periodísticas.
Al investigar por nuestra cuenta en el Anuario Estadístico de Honduras, publicado por el Dr. Antonio R. Vallejo en 1889, encontramos lo siguiente: El censo que levantó en 1791 Fray Fernando de Cadiñanos, obispo de la Diócesis de Comayagua, informaba al rey de España, las visitas a los curatos de la república y el levantamiento de un censo. Del curato de Danlí, expresaba: que habían nueve cofradías y 3580 en dinero existente, 3210 cabezas de ganado, 933 mular y caballar, capellanías del curato 5855 ídem, de particulares 4897, iglesias 3 peso de alhajas de plata de la iglesia 150, almas del curato en cinco años 2727, subsidio que paga su Majestad 50.

Pueblos: Danlí (cabecera), Potrerillos 8 leguas, Teupasenti ídem 12 leguas, Valles: Jamastrán 7 leguas, Jacaleapa 3 leguas, Cuscateca 4 leguas, El Vallecillo 4 leguas, El Trapiche 4 leguas.

En 1801 el intendente Ramón de Anguiano, levantó un censo oficial que fijaba la población en 128.453 habitantes agrupados en 249 poblaciones mayores y menores. El Dr. Luis Mariñas Otero en su obra Honduras, editada en 1963, afirma que pocos años antes de la independencia, el intendente don Juan Antonio Tornos rinde el 20 de febrero de 1816, el informe de su visita el año anterior, manifestando que Honduras tenía 100,000 almas en 39 curatos y 8 partidos, además de 8 pueblos de negros caribes en la comarca de Trujillo, con una población de 10,000 habitantes.

La escritora Fiallos, prosigue afirmando que en 1823 se emitió la primera ley de estadística que a renglón seguido se expresaba en estos términos: El Supremo Poder Ejecutivo de las provincias unidas de Centroamérica, considera que la estadística es el alma de un gobierno, pues con ella se arreglan las contribuciones, se sabe de la población existente, se dirige el alistamiento de la fuerza cívica, se conoce el progreso o la decadencia de la agricultura, industria y comercio, que son los canales de la riqueza nacional, por lo tanto las provincias reunidas deben de levantar con la premura del caso un censo poblacional. Antiguamente algunas autoridades civiles y religiosas, tenían a su cargo los recuentos de población y recopilación de algunas estadísticas, al efecto se emitieron varios decretos sobre la formación de la estadística del Estado de Honduras, pero fue hasta el 28 de junio de 1880, que el Poder Ejecutivo establece el departamento de estadística, al frente del cual se coloca a don Francisco Cruz, un ciudadano polifacético, médico por suficiencia, escritor y político. Mariñas Otero afirma que en 1882, dio a conocer los resultados del primer censo científico de Honduras, aunque su propio autor tenía muchas dudas sobre los resultados obtenidos. Según el citado censo Honduras contaba en dicha época con 307.289 habitantes. Es así como se inicia la estadística en Honduras, en 1889 siendo director de la institución, el Dr. Antonio R. Vallejo, publicó el primer anuario estadístico de Honduras.

En sus 97 años de existencia haciendo recuento hasta 1977, la Dirección General de Estadística y Censos, ha nombrado 31 directores generales, varios de ellos han permanecido dos o tres períodos.

En varias épocas se cerró la oficina que comprende el período del 1 de junio de 1885, al 31 de marzo de 1887 y del 1 de junio de 1909 al 5 de julio de 1910.

En el transcurso de su historia, Honduras pasó un lapso de guerras internas hasta 1933, que impidió todo desarrollo en la administración pública y sobre todo en el sistema estadístico, después de ese tiempo, se verificaron algunos progresos en dicho campo, pero fueron muy pocos debido a la falta de recursos económicos. Todavía en 1950 continúa afirmando la escritora Fiallos, cada ministerio y varias oficinas de la administración local, producían estadísticas en forma independiente, con lo que se incurría en una duplicidad de funciones y discrepancias en los datos recolectados, que no satisfacían las necesidades de información, ni reflejaban la situación real del país. con la fundación de los bancos nacionales, y la iniciación de programas sociales, en 1950 se verificó un cambio notable en el campo estadístico, debido a que se sintió la necesidad de resolver los problemas nacionales, en forma técnica y coordinada; para cumplir tales objetivos se promulgó en 1951 la primera ley de censos y estadísticas. En 1957 se transfirió la Dirección General de Censos y Estadística de la Secretaría de Gobernación y Justicia a la de Economía y Hacienda, con lo que origina una nueva reorganización. En 1971 mediante decreto No. 129, se hace la separación de los Ministerios de Economía y Hacienda y de esta manera, la Dirección General de Estadística, pasa a depender del Ministerio de Economía.

Directores Generales de Estadística que han fungido desde 1880 hasta 1975:

Francisco Cruz (1880), Dr. Antonio R. Vallejo (1887), don Antonio Fiallos (1894), don Eduardo Guillén (1895), don José de la Cruz Guerrero (1899); don Alfredo Quiñónez (1901), Dr. Teófilo Canales (1902), Dr. Manuel Coronel Matus (1903), don Fernando Somoza Vivas (1904), Dr. Maximiliano Sagastume (1906), Dr. Teófilo Canales (1907), Dr. Maximiliano Sagastume (1911), don Federico Travieso (1913), Lic. Luis Andrés Zúniga (1919), Dr. Teófilo Canales (1919), profesor Sergio Palacios (1924), Dr. Héctor Pineda Ugarte (1926), Lic. José Pineda Gómez (1929), profesor Ramón Santamaría (1933), P.M. Alfredo León Gómez (1934), Lic. Enrique B. Uclés (1935), don Miguel Ángel Cruz (1939), don Vicente Palma (1942), Lic. Juan B. Valladares R. (1946), Profesor Gustavo Castañeda (1949), Carlos Zúniga Figueroa (1950), Lic. José Trinidad Fiallos (1958), Lic. Carlos Raudales (1967), Lic. Leticia Ma Tay (1973), Lic. José Trinidad Fiallos (1975).

Para actualizar nuestro trabajo investigativo, afirmamos que esta institución cambió de nombre cuando fue creado el Instituto Nacional de Estadística I.N.E. mediante decreto No. 86-2000 del 8 de julio del año 2000, como un órgano técnico, autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio y está adscrito a la Secretaría de Estado en el Despacho Presidencial. Con la fundación del Instituto Nacional de Estadística, se dio un paso importante, para contribuir con el proceso de modernización del sistema de información estadístico en Honduras. Inició sus labores ejecutivas en la primera quincena de enero del 2001 y las operaciones técnicas y administrativas en el mes de abril del mismo año.

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Última actualización el Miércoles, 24 de Julio de 2013 16:36
 


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