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 APROXIMACIÓN A LA POESÍA DE COMPROMISO SOCIAL DE ROBERTO SOSA

Carla Garcés. directora UNAH-TEC-DANLÍ; Mariana Salgado, Yolany Martínez Hyde, Diana Sosa y Adrián Barquero.

Carla Garcés. directora UNAH-TEC-DANLÍ; Mariana Salgado, Yolany Martínez Hyde, Diana Sosa y Adrián Barquero.

* La historia de los pueblos centroamericanos ha estado liderada por grupos de poder
* Golpes de Estado y represión social
* La poesía de Sosa es de compromiso social

Reportaje de Luis Alonso Gómez Oyuela
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DANLÍ, El Paraíso. La Universidad Nacional, Centro Tecnológico de esta ciudad a través del área de Letras, bajo la coordinación de Águeda Chávez, ofreció un reconocimiento especial a la obra social del poeta Roberto Sosa.

Yolany Martínez Hyde

Yolany Martínez Hyde

El acto se realizó en el teatro Miriam Sevilla Rojas de la Casa de la Cultura, contando con la presencia de alumnos, maestros de Letras de la máxima casa de estudios e invitados que siguieron muy de cerca la amplia exposición de Yolany Martínez Hyde, sobre la trayectoria literaria de uno de los iconos de la literatura hondureña, hoy denominado con justicia “Poeta Universal”.

“Los países de la región centroamericana han compartido una suerte histórica con frecuentes rasgos en común. A partir de la emancipación política, seguida por un proceso de consolidación de las estructuras sociales de los nuevos estados independientes, ha habido una larga lucha por el control del poder. Cada país ha ido arrastrando sus propias cadenas históricas alrededor de la intrincada lucha entre liberales y conservadores. En este contexto, la historia política de estos países centroamericanos, especialmente durante el siglo XX, ha estado liderada por grupos de poder que han utilizado diferentes estrategias para manipular y reprimir a las masas.

Cuadro de Danza UNAH-TEC.

Cuadro de Danza UNAH-TEC.

Todo esto enmarcado dentro de una economía incipiente anclada, por muchos años, en la producción de banano y café. Asimismo, se ha compartido, en la región, la práctica de una democracia aparente e interrumpida por la sucesión de gobiernos con largos períodos de dictaduras y con frecuentes deposiciones gubernamentales. Además de estos aspectos, la mayoría de estas naciones han recibido directa o indirectamente la intervención militar de los Estados Unidos como organismo de control.

LOS DICTADORES DE CENTROAMÉRICA

Durante la primera mitad del siglo XX los conflictos sociales se recrudecen. Es así como el istmo enfrenta sus más largos períodos dictatoriales: en Nicaragua, de 1898 a 1909 José Santos Zelaya se mantiene en el poder por once años; en Guatemala de 1898 a 1920 Manuel Estrada Cabrera permanece dieciocho años; en El Salvador de 1931 a 1944 Maximiliano Hernández Martínez gobierna por trece años y en Honduras, de 1932 a 1949 Tiburcio Carías Andino ejerce el poder por dieciséis años.

Carla Garcés

Carla Garcés

A diferencia de las dictaduras de estos países, durante este período, Costa Rica enfrenta conflictos políticos, pero busca una vía factible de estabilización social al abolir en 1949 las fuerzas armadas.

Después de los años de dictadura, en la segunda mitad del siglo XX, se experimentan dos fenómenos que marcan el rumbo de la política. Por un lado, la sucesión de gobiernos militares, a la par de golpes de Estado y represión social, y por otro, las intervenciones de los Estados Unidos. Como consecuencia, surgen sectores de oposición que logran consolidarse a inicios de los años ochenta. Paradójicamente, esta época se presenta como un período de pacificación, en donde abundan desaparecidos políticos, violencia y muerte. Todo este proceso de inestabilidad social constituye no solo parte de hechos históricos, sino parte de la memoria colectiva que regresa, como una sombra o un fantasma a través de la tradición oral o de la palabra escrita al presente.

Estos procesos históricos sociales de la región centroamericana han estado muy presentes en la producción literaria de esta época. A partir de los años 50 la literatura del istmo adquiere una voz poética con un alto compromiso social.

Alumnos, docentes e invitados en el teatro Miriam Sevilla Rojas de la Casa de la Cultura durante la exposición de la obra poética social del poeta Roberto Sosa.

Alumnos, docentes e invitados en el teatro Miriam Sevilla Rojas de la Casa de la Cultura durante la exposición de la obra poética social del poeta Roberto Sosa.

Cuba se erige como modelo de lucha para los países centroamericanos. De esta manera la región adopta una ideología de izquierda que alcanza su cúspide a finales de los años 70. Posteriormente la década de los 80 se caracteriza por una progresiva crisis social y una permanente inestabilidad política especialmente durante los enfrentamientos armados en El Salvador, Nicaragua y Guatemala respectivamente. Honduras, a diferencia de los países mencionados anteriormente, experimenta las diferentes formas de represión, crisis social e inestabilidad política sin llegar a los enfrentamientos armados de los países vecinos.

En cuanto a las la tendencia literaria de la época, los escritores participan del romanticismo y del modernismo. Sin embargo, las vanguardias literarias que se dieron a inicio del siglo XX en Europa, se manifiestan de forma tardía en Centroamérica. Esta vanguardia asimila los acontecimientos sociales como fundamento en lugar de una estética tipográfica o estilística. De esta forma la poesía se despoja de fórmulas retóricas para llevar un mensaje de urgencia política. Algunas de las figuras que sobresalen son José Coronel Urtecho (Nicaragua), Roque Dalton (El Salvador), Ernesto Cardenal (Nicaragua), entre otros.

LAS PRIMERAS VOCES DE COMPROMISO

Roberto Sosa “Poeta universal”.

Roberto Sosa “Poeta universal”.

En Honduras, no cabe duda que una de las primeras voces poéticas de compromiso social radica en Clementina Suárez. Sin embargo, es Roberto Sosa quien se consolida como la voz poética líder en la poesía de vanguardia social, especialmente en la segunda mitad del siglo XX. La poética de Roberto Sosa defiende una ideología fundada en el compromiso del artista de abordar aspectos sociales a favor de la clase social más desposeída.

La obra poética de Roberto Sosa es multidimensional. Por un lado su poesía explora al ser humano en su dimensión individual, es decir sus obsesiones, dudas, temores y afectos. Por otro lado, lo explora cómo un ser que ocupa posiciones sociales según su poder económico y político dentro de un sistema de valores donde la relación de poder favorece a una clase social privilegiada. Sosa aprovecha estos aspectos para hacer poesía. Después de haber publicado Caligramas (1959), Muros (1966) y Mar interior (1967), es con Los pobres (Premio Adonais 1968), que Sosa se coloca como una figura importante en la poesía de compromiso social en la región centroamericana. En Los pobres la voz poética se identifica con la clase social desposeída y condenada a soñar con un futuro que ya está definido por el sistema económico capitalista.

Para Sosa esta clase social desposeída constituye la mayoría:

Los pobres son muchos
y por eso
es imposible olvidarlos (19)

Otras de las obras del poeta es “Un mundo para todos dividido”.

Otras de las obras del poeta es “Un mundo para todos dividido”.

Desde este momento, la voz poética le da agencia a un grupo desprovisto no solo de solvencia económica, sino desprovisto de representación social. Es con Los pobres que la masa ve reflejada su propio sentir. En este sentido, no solo la pobreza como aspecto negativo de la sociedad es poetizada, sino también la crítica a instituciones públicas y el ejercicio del poder de sus empleados. Un ejemplo de ello es el poema “Los claustros”. En este poema, la voz poética es víctima de los “cazadores” “amigos” que al mismo tiempo funcionan como entrenadores del miedo. Sin embargo, el poeta declara que:

Sabemos que somos animales
Con guirnaldas de horror en el cuerpo;
Los cercenados a sangre fría; los que se han dormido
En un museo de cera
Vigilado
Por maniquíes de metal violento (24)

En el poema “La casa de la justicia”, la voz poética representa a esta institución estatal como un lugar desvirtuado que funciona como “un templo / de encantadores de serpientes”. Jueces y abogados construyen realidades basados en sus propias convicciones. El dinero, para estos personajes, es la vara que mide sus acciones. Sin duda, la crítica social en Los pobres está cargada de denuncia y de compromiso social.

Además de denunciar instituciones, Sosa aborda los sujetos desde una perspectiva social binaria. Por un lado, los que constituyen la clase de poder representada por los ricos.

Las obras del poeta Sosa durante una exposición en Tegucigalpa.

Las obras del poeta Sosa durante una exposición en Tegucigalpa.

Por otro lado la gran mayoría conformada por los pobres, los indios, los mendigos etc. Cada uno de estos sujetos poéticos ocupa una posición social que a lo largo del texto se mantiene fija. De esta manera en el poema “Las voces no escuchadas de los ricos” el poema manifiesta lo siguiente:

Somos y hemos sido siempre los mismos. ..
Hemos inclinado la balanza del lado de la noche,
y a pesar de los azotes recibidos
Permanecemos en el templo. (47)

Hay una clara representación de la esfera de poder y de su permanencia como actor social en el texto. Sin embargo, lo que impera es una imagen múltiple de la masa desposeída. Los poemas “Los indios” y “La ciudad de los niños mendigos” representan de una forma idealizada lo que la voz poética desea para estos sujetos. En el primero, Sosa exalta la condición histórica del indígena para finalizar con el campesino que trabaja la tierra. La voz poética sufre al expresar que:

He sentido sus rostros
golpearme hasta la última luz,
y he descubierto así
que mi poder no tiene
ni validez ni fuerza.

Junto a sus pies
Destruidos por todos los caminos,
Dejo mi sangre
Escrita en un oscuro ramo. (49)

En el segundo, el poeta sufre por esos niños en la calle y su deseo es que

No que no haya niños mendigos disminuidos en las puertas,
Golpeados
Por la bruma de los cementerios. . .

Que haya niños que posean juguetes
Pan
Y luceros debajo de sus zapatos
. . .
Que habiten en sus mundos
Entre sus propios seres y sus cosas. (31)

En suma, la poesía de compromiso social de Roberto Sosa en Los pobres ofrece un discurso a favor de los socialmente marginados. La misión de la voz poética es denunciar aspectos sociales que van en contra de los principios de solidaridad y justicia, de equidad y de progreso. Con su obra poética Sosa expone un discurso apelativo a un sistema económico donde impera la desigualdad y el miedo.

Una de las obras más leídas de Roberto Sosa “Los pobres son muchos y por eso es imposible olvidarlos”.

Una de las obras más leídas de Roberto Sosa “Los pobres son muchos y por eso es imposible olvidarlos”.

 

Última actualización el Miércoles, 24 de Julio de 2013 16:16
 

 José Alberto Membreño Zúniga: Nos deja una huella imposible de olvidar

Miguel-MorazanPor Miguel Morazán

* Bisnieto del presidente de Honduras, Alberto Membreño, y nieto del ingeniero Alfredo Membreño, uno de los más sobresalientes decanos de la facultad de ingeniería
* Hijo de Obdulio Membreño y Emma esperanza Zúniga, nace en 1954 un 21 de noviembre.
* Muere el 22 de agosto del año 2012 a la edad de 57 años.
* De mis primos maternos el primero en partir al más allá.

Alberto-Contemporáneo con mi prima, Doris María, fueron primos inseparables disfrutaban una serie de actividades todos los domingos en la casa de campo de los tíos Santa Emilia, que era un campo de juegos incomparable, en donde su fantasía infantil se desbordaba , para nosotros era ampliamente conocido como Beto.

Su hermana Rosa Carlota y su cuñado Armando Valladares, sus sobrinos Armandito, Yuyin y Auxi.

Vecino de la tercera avenida de Comayagüela, entre sus amigos de toda la vida Mayo Carrasco, Miguel Corleto, Juan Elmo Gáleas, Marco Colindres, Yacky Overton, Guillermo Pineda, Marció Sierra, Sergi Villar, sus compañeros del San Miguel, y Celim Castillo, Lisandro Valle, con quienes compartió experiencias de niño, de adolecente y ya profesionales.

Sus estudios primarios y secundarios los realizó en el Instituto Salesiano San Miguel, donde obtenía todos los años el diploma de excelencia académica. Dicen sus compañeros que difícilmente alguien alcanzaba los promedios académicos de miembro, al igual que su hermana Calo, para gran satisfacción y orgullo de mamá Mema, Yuyo, su padre, con quien mantuvo una relación muy especial, y supo aprender de él la devoción al trabajo y la honestidad como norma de vida y de su madre la fe y devoción mariana.

Una Navidad disfrutaba muy felizmente quemando cohetillos, cuando de pronto lanzó un silbador al aire, el cual con tan mala suerte se regresó y se le introdujo en la bolsa de la camisa que la tenía repleta de petardos los cuales de inmediato explotaron y le provocaron severas quemadas en el pecho y el cuello, gracias a dios lo atendieron de inmediato en la Policlínica Hospital, donde había nacido, pero le quedaron cicatrices de este tremendo accidente, siendo un niño quemado en la Navidad.

Su abuelo Ing. Alfredo Membreño, uno de los grandes decanos de la facultad de Ingeniería.

Su abuelo Ing. Alfredo Membreño, uno de los grandes decanos de la facultad de Ingeniería.

Sus estudios profesionales los realizó en la Universidad Fluminense de la ciudad de Niteroi, muy cercana a Río de Janeiro, en Brasil, donde obtuvo como siempre con honores su título de Ingeniero Civil. Permaneció durante 6 años en Brasil y no regresó a su patria hasta haber culminado su carrera.

Se inicia profesionalmente en técnica compañía constructora, encargada del estudio del centro gubernamental. En donde hizo amigos excepcionales.

En su vida profesional fue un verdadero ingeniero de campo, lo cual fue su verdadera pasión. En sus archivos personales se encuentran los nombres de innumerables proyectos, a los cuales dio vida y logró convertir de espacios intransitables en caminos y veredas accesibles.

Se desplazó por Choluteca, Lempira, Choloma, Ticamaya, Arenales, Santa Bárbara, La Unión, Marale, Olancho, Yoro, El Paraíso, San Pedro Sula, El Progreso, Siguatepeque. Nombre de proyectos típicamente hondureños que parecen como una canción folklórica como los puentes Sucule, Chotepe, El Crique, Comandante, Chama, Sigue. Trabajó en un diseño preliminar de coordinación y supervisión de viviendas de bajo costo en San Manuel, Cortés.

Todo esto está debidamente organizado en sus archivos, con plano, presupuestos, estudio de tierra, trasporte y otros innumerables detalles que hacían que cada proyecto fuera un logro en su vida. En cada uno de estos lugares hacia amigos y con sus empleados mantuvo siempre una relación muy cordial.

Su bisabuelo Alberto Membreño en traje de gala

Su bisabuelo Alberto Membreño en traje
de gala.

Era invitado con frecuencia a pasar fines de semana en las casas familiares en donde nos contaba disfrutaba de típicas comidas hondureñas y de una infatigable hamaca y de entretenidas tertulias con sus amigos. Conocía así más los lugares, sus costumbres y sus gentes.

Dentro de sus peculiaridades manejó solo cuando era necesario, siempre anduvo con chofer, siempre mantuvo su deje portugués, soñó y conservó su gran amor por Brasil y su gente aunque nunca volvió, tenía planeado de ir con el equipo hondureño al mundial 1914, había amigos que ya se habían ofrecido para hospedarlo. Mantuvo comunicación estrecha por lo menos con una docena de compañeros de la universidad.

Uno de sus amigos brasileiros, que vive en Suiza, lo pasaba invitando para que lo visitara en el viejo continente, este era uno de los cuatro inseparables amigos que tuvo en la universidad, tres varones, Renzo Pinheiro Curty, Joa Frossard, Paolo César Alecrin, y una minina corroa Leda Eugenia Sangiard como también Lourdes Pistilli, entre otros, Celso Roberto Alecrimn, Vinicio Camilo Casetti, los cuales estudiaban juntos, así como también disfrutaban de las playas de Río de Janeiro, iban a los teatros y a los estadios de fútbol juntos y disfrutaban a plenitud los fines de semana, también recibió infinidad de invitaciones para pasar vacaciones en Río pero jamás volvió.

José Alberto con sus sobrinos Carlos Obdulio y María Auxiliadora Valladares.

José Alberto con sus sobrinos Carlos Obdulio y María Auxiliadora Valladares.

Fue un estudiante eterno, siempre  estaba tomando un curso libre igual que su padre,   aprendió inglés en el IHCI, y fue un eterno visitante de la biblioteca James Blaine, de quien recibió un diploma especial por la donación de obras literarias.

También aprendió francés en la Alianza Francesa, y  leía alemán, y por supuesto español y portugués la lengua brasileira, se vestía con unos enormes burros o botas de cuero volteado de genes gruesos y camisas de tela azul cuadriculada eran sus preferidas.

Después de Mitch en que su casa de la tercera avenida de Comayagüela, quedó totalmente destruida, vivió con sus hermanos Armando y Rosa Carlota  en Buena Vista, atrás del Museo de Antropología e Historia. Cuando estaba en teguas los domingos salía muy temprano con sandalias y pantalones cortos y su cámara fotográfica y por temas iba retratando lugares, veredas especiales de nuestra antañona Tegucigalpa.

Diploma de Ingenieria Civil de la Universidad Federal Fulminence.

Diploma de Ingenieria Civil de la Universidad Federal Fulminence.

Sus iglesias a una hora que aún estaban cerradas y destacaba además de sus enormes puertas labradas todas las peculiaridades de su arquitectura, los parques, casas antiguas. Era un fotógrafo profesional, lo que se apreciaba en su toma, de las cuales mandaba a todos sus amigos dispersos en diferentes partes del mundo.

El internet lo volvió el hombre más comunicativo. Tenía una extensa red con quien se comunicaba con enorme frecuencia enviando siempre correos interesantísimos. Tanto a sus amigos y pariente de honduras y del Brasil.

Entre los papeles y agendas dejadas por él se encuentra una en la que detallaba con sumo cuidado cada uno de los recuerdos que enviaba a sus amigos de todo el mundo, entre ellos música hondureña, fotografías, poesías, agendas, calendarios, periódicos y revistas, sobre todo aquellas en las que su hermana era protagonista de alguna actividad que a él le llenaba de orgullo, sobre todo lo relacionado con el Nacimiento, actividad de la familia Valladares Membreño y que es parte de la devoción de la familia todos los años.

Era un hombre eminentemente bueno, jamás criticó ni habló mal de nadie, era muy caballeroso, introvertido pero muy respetuoso, era un trabajador incansable y responsable.

Zúni El ingeniero Membreño y sus colegas en plena inspección de una carretera.

El ingeniero Membreño y sus colegas en plena inspección de una carretera.

Fue un gran lector. Se despertaba muy temprano y se iba a una de las terrazas de la casa de su hermana y bajo frondosos árboles y los cantos de una variedad de pájaros leía.

La música también era otra cosa de sus actividades y disfrute. Sus comidas favoritas eran las que hacían su hermana y su sobrina, que colmaban sus gustos; el cine fue otra pasión y era crítico de películas con su gran amigo Celim Castillo.

También por las noches disfrutaba mucho de jugar con su hermana Rosa Carlota, damas chinas, o con naipes jugar casino apostado de a lempira. Mantuvo una amistad muy especial con las amigas de toda la vida de su hermana Bethy de Contreras, Maritza de Cardona y Mary Bobadilla.

Otra persona muy especial en su vida fue su tía María Teresa Zúniga, a quien colmó de atenciones y frases galantes. Fue su segunda madre y aunque no se miraban con frecuencia siempre estaba pendiente el uno del otro. Ella interesada en todo lo que hacía y por dónde estaba trabajando y él nunca dejo de preguntar por el estado de salud de su querida tía.

Y también tuvo una relación muy especial con su tía abuela Mercedes Alonso, a quien llamaba Maya, quien fue vecina de la tercera avenida de toda la vida, ya que era tía que había criado a su madre Emma Esperanza Alicia Zúniga. Al haber quedado huérfano muy pequeña a muy corta edad, esta buena mujer la visitaba con mucha frecuencia y a la que le guardaba un cariño muy especial, ya que la consideraba su abuela.

Doris María y Emilia Zúniga, José Alberto, Miguel Antonio, José Arturo y Rosibel Zúniga, Rosa Carlota Valladares y Liana de Cáceres rodeando a María Teresa Zúniga, la “tía Techita”.

Doris María y Emilia Zúniga, José Alberto, Miguel Antonio, José Arturo y Rosibel
Zúniga, Rosa Carlota Valladares y Liana de Cáceres rodeando a María Teresa Zúniga, la “tía Techita”.

Fue un gran nadador, practicaba continuamente y una de sus proezas era haber casi logrado nadar todo el Lago de Yojoa, lugar donde estuvo hospedado por varios meses mientras dirigía la reconstrucción del tramo carretero en mal estado, y hasta ahora ese tramo sigue firme y seguro.

Una vez regresando a su base en Tegucigalpa el carro tuvo una aparatosa voltereta en la carretera, saliendo golpeado él y su chofer; esperó que la gente le ayudara a darle vuelta al carro y ponerlo en sus 4 llantas sobre el camino, encenderlo y continuar su viaje a Tegucigalpa para entregar sus reportes a tiempo.

Sus compañeros y amigos del San Miguel emitieron un emotivo acuerdo de duelo, en donde destacaban con precisión y queda de manifiesto el aprecio especial entre ellos, en frases como:

Considerando: que el ingeniero José Alberto Membreño encarnó durante toda su vida el auténtico espíritu salesiano. Él desde niño aprendió a ser cristiano según los  modelos presentados en su infancia y el ambiente familiar, siempre practicó las reglas del honor, de la decencia y la dignidad, caracterizándose como un hombre honrado y justo.

Fue nuestro compañero de estudios durante los años comprendidos entre 1962 y1972, habiendo inculcado entre sus condiscípulos, el amor al estudio y la superación personal, preocupado siempre por el bienestar de todos sus amigos. Fue leal y sincero, simple y complejo, fue para nosotros un ejemplo a imitar. “Celim Castillo, Virgilio Sánchez, José Carlos Coello, Carlos Alberto García y Freddy Segovia” no olvidaron nunca la Hermandad Salesiana y se identificaron personalmente con el dolor de la familia.

Su cuñado Armando y su hermana Rosa Carlota de Valladares con su primo Miguel Morazán, celebrando uno de sus últimos cumpleaños.

Su cuñado Armando y su hermana Rosa Carlota de Valladares con su primo Miguel Morazán, celebrando uno de sus últimos cumpleaños.

Todavía hay gente y amigos del interior y fuera del país que al no tener noticias de él hablan a su casa y son sorprendidas con la noticia de su deceso, y hay lágrimas y conmoción de ellos por su partida.

Le encantaba ayudar a los demás, fue muy servicial, era muy arraigado a  Comayagüela. Así como a Brasil, fue una persona extremadamente detallista, pero a pesar de ser un hombre serio y reservado y hasta muy ensimismado, a la hora del convivio era muy participativo, gran bailarín y la cerveza era su bebida favorita.

Su gran amiga era Ana Cristina a quien llamaba con alguna frecuencia y siempre le decía: Cada vez que hablo con vos me parece que lo estoy haciendo con las princesas de Mónaco por tu parecido a ellas; con lo que le elevaba su ego. También con su prima Doris tuvo mucha identificación de siempre, al igual con sus primas Rosibel y Liana, así como Haydee y Mireya en México.

Fue un hombre que amó a Honduras y destacó las bellezas de nuestra tierra, desde el más humilde terruño hasta las majestuosas cumbres naturales. Enviaba fotografías tomadas por él “de lo cual era un experto” de los diferentes ambientes tanto citadinos como rurales.

José Alberto en su última reunión familiar de fin de año

José Alberto en su última reunión familiar de fin de año

* Su enfermedad fue repentina y muy agresiva, ya que en menos de 40 días se lo llevó al más allá, pero no quiso que nadie se enterara, porque siempre evitó que se preocuparan por algo que él creyó que por su cuenta podía solucionarlo, por esta razón fue gran sorpresa su muerte y hoy está disfrutando de la compañía de sus padres y a su bisabuelo, el presidente Membreño, a quien le ha relatado un perfil de la situación real del país.
* Y Dios le ha de tener un lugar especial para aquellos hombres que pasaron por esta vida haciendo el bien, sin haber conocido el mal, por la escala de valores y principios que practicó en su vida terrenal. Descansa en paz, queridísimo primo.

En la vida hay personas con las cuales entablamos relaciones de trabajo, sociales, familiares y en la cotidianidad del tiempo no siempre apreciamos en su magnitud lo especial de ellos, su calidad humana, su inclinación al servicio desinteresado, su honestidad y sobre todo su fidelidad e incondicional cariño hasta la muerte.

Alberto, mi primo, fue una de estas personas afortunadas que han dejado una huella en cada uno de los que tuvimos el privilegio de conocerlo, tratarlo y contar con su amistad imperecedera.

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Última actualización el Miércoles, 24 de Julio de 2013 14:53
 


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